domingo, 20 de noviembre de 2011

AVANCE NOVIEMBRE.

AVANCE NOVIEMBRE

jueves, 17 de noviembre de 2011

OBIDIO RUBIO MERCEDES, VISITA MANPE-ARGENTINA




El Compañero Obidio Rubio, estuvo en Argentina donde realizo una charla politica con los amigos del FEPA, Federacion de Entidades Peruanas en Argentina y luego se reunio con los Compañeros De MANPE-ARGENTINA.

Algo más sobre metapolítica

Algo más sobre metapolítica
Por Alberto Buela*
Leer y entender es algo;
Leer y sentir, es mucho;
Leer y pensar es cuanto
puede desearse.

Eulogio de Letos


Una mirada sin valores recorre la vida cotidiana, hoy los hombres están en condiciones de mirar todo lo que sucede en el mundo, pueden técnicamente recibir información de lo que acontece en el último rincón de la tierra y aún fuera de ella. El hombre mira todo pero rara vez ve, y este es el problema.

El ser de las cosas es sólo accesible a un nivel más profundo de la doble percepción visual, sea micro o macrocósmica. A él no se llega como pretenden los “especialistas de lo mínimo” a través de una subdivisión infinita de los saberes que no les permite ver el todo de su disciplina, ni tampoco como propugnan los “tutologos esotéricos de la nueva gnosis” a través de métodos infundados y arbitrarios como un atajo al saber.

El acceso al ser de las cosas es lo más difícil de aprehender y requiere por tanto otras condiciones o instrumentos de acceso. Los viejos filósofos, esos filósofos oscuros que han jalonado la historia de las ideas sin la publicidad de un premio Nobel, hablaban del hábito metafísico como camino de entrada. Esto es, en tanto hábito, la práctica reiterada y regular en el uso de los primeros principios - de identidad, de no contradicción, etc. - del ser y del obrar y, en tanto metafísico, la utilización de las nociones últimas – de analogía, participación, sustancia-accidente, potencia-acto, esencia-existencia etc. - para la captación del ser de los entes.

Los tratados de política desde los griegos para acá, pasando por La República de Platón, La Política de Aristóteles, De legis de Cicerón, De Civitas Dei de San Agustín, Defensor pacis de Marsilio de Padua, El Príncipe de Maquiavelo, Les six livres de la république de Jean Bodin, El Leviatán de Thomas Hobbes, Tratado sobre el gobierno civil de John Locke, El Contrato social de J.J.Rousseau, La filosofía del derecho de Hegel, El Manifiesto comunista de Marx-Engels, Sobre el Estado de Lenín, El espíritu de la revolución fascista de Mussolini, Mi Lucha de Hitler, El Proyecto nacional de Perón, por solo citar a los más significativos nos hablan de las condiciones, instrumentos y objetivos de la política como ciencia del bien común general, pero poco o nada nos dicen acerca de las categorías que condicionan la acción política ni de la metafísica de la política. En una palabra, poco nos dicen sobre la metapolítica, que es el saber interdisciplinario sobre la que queremos hablar algo más.

El eterno inconformista español, Pío Baroja, algo barrunta cuando afirma: “La política no está basada más que exteriormente en principios doctrinales; en la realidad, se rige por un conjunto de intuiciones, de habilidades, de genialidades. Sigue siendo un arte hermético, como era para Bismark, para Richelieu, para Fernando el Católico y para César”. [1]

Así la inmensa mayoría de los teóricos de la política nos habla en sus manuales y tratados de los principios doctrinales y casi nada nos dicen de ese “arte hermético” del que nos habla el vasco. Menos aún nos hablan de los poderes indirectos, de las grandes categorías que condicionan la acción política de los gobiernos de turno. De eso no se habla, porque se le niega todo saber científico, en el mejor de los casos se lo deja librado a intuiciones no desarrolladas. Y así, por ejemplo, intuimos que existe luego de la debacle financiera que comenzó en diciembre del 2008 con la quiebra del banco de los hermanos Lehman en Nueva York, un imperialismo internacional del dinero que se maneja libremente y por su cuenta más allá de los Estados.

Sin embargo la metapolítica como metafísica de la política, como aquello que está “más allá de la política”, siempre está presente. Está presente en las decisiones geoestratégicas, está presente en los proyectos o modelos que ejecutan los gobiernos o que les hacen ejecutar. Está presente, en definitiva, en el “arte hermético” de los que conducen los Estados.

Por supuesto que algunos conductores - Napoleón, Bismark, Perón, César - han escrito acerca de este “arte hermético” pero lo han hecho por analogía desde un saber cómo el arte de la conducción militar aplicado a la política. Pero el tema sigue en pie: ¿existe este arte hermético como disciplina enseñable? Nosotros creemos que sí, y que esta disciplina es la metapolítica.

La metapolítica tiene dos caras o aspectos bien determinados: uno, el estudio de las grandes categorías que condicionan la acción política - homogeneización cultural, pensamiento único, políticamente correcto, light o débil, monoteísmo del libre mercado, consenso como método, etc. - y, otro, el “arte hermético” de la conducción - psicología de las masas, persuasión y discurso político, determinación del enemigo, kairós o tiempo oportuno, cultura mediática, el retiro de Dios, al decir de León Bloy, etc. -.

En este segundo aspecto aparece la categoría de “arcano” entendida como secreto profundo que a la vez remoto e íntimo, con la que el metapolítico tiene que trabajar. [2] Así por ejemplo, si pretendemos explicar la estafa financiera internacional de finales del 2008 y sobre la cual están ciertos Estados (Grecia, España, Irlanda, Portugal) pagando las consecuencias, desde la politología o la economía vamos a recurrir a la teoría de las crisis periódicas del capitalismo, pero desde la metapolítica la podemos explicar a través de la noción de arcano que manejaron los Lehman Brothers et alii.

Hoy nuestros dirigentes, sobre todo los del “mundo bolita”, los de las sociedades periféricas, necesitan de la metapolítica como el pez del agua para vivir, de lo contrario seguirán convalidando con su accionar decisiones tomadas en otro lado, en los centros de poder mundial, reñidas con la defensa de nuestros intereses más propios.

Si pretendemos crear la Unión de naciones del sur – Unasur - o la Comunidad suramericana de naciones o que funciones en vista a nuestros intereses nacionales el Mercosur, tenemos que manejarnos y otorgarle funcionalidad política a la categoría de arcano, de lo contrario nuestra tarea será vana. Y para eso es necesaria la metapolítica.

Del mismo modo al ser una pluralidad de naciones - diez en América del sur - y si la política en el sistema de Estados nacionales en que vivimos tiene por finalidad el logro de la concordia interior y de la seguridad exterior, la metapolítica comprende la exigencia de identificar tanto en el área de la política mundial, regional como nacional, la diversidad ideológica tratando de convertir dicha diversidad en un concepto de comprensión política.


Y ello es así, porque “nadie puede dar lo que no tiene” y nuestros dirigentes carecen de un conocimiento en profundidad de lo que acontece en el mundo. Específicamente no entienden, no inteligen = intus legere: leer adentro, no pueden leer adentro, en la oscuridad del mundo, para tomar el título del artículo de Baroja. Tienen avidez de novedades pero se agotan en ellas porque no las pueden repensar o elaborar desde ellos mismos. Esto es, no les pueden dar el carácter de genuino, de propio. Estas novedades siguen siendo en ellos un remedo, una mala copia de lo pensado por otros y para otros.


* Doctor en filosofía, ensayista y director de Disenso.



NOTAS


1. Laobscuridad del mundo”, artículo de 1936 incluido en Rapsodias.

2. Sobre la noción dearcano puede leerse con provecho el trabajo del filósofo peruanoWagner de Reyna: Crisis de la aldea global, Córdoba-Argentina. Ed.El copista , 2000, pp.227 a 232